Por: César Idárraga Guerrero
En Colombia es común quedarse sin empleo y verse obligado a ejercer una actividad que genere ingresos económicos muy por debajo del salario mínimo legal, y además que no esté acorde a las capacidades intelectuales o físicas de la persona que las realiza. Según el Dane (Departamento Nacional de Estadísticas) Colombia tiene aproximadamente 44 millones de habitantes de los cuales 430 mil viven en Pereira. Uno de ellos es Víctor Bermúdez, profesional licenciado de la Universidad Tecnológica de Pereira, quien por no poder ejercer su carrera, fabrica y vende artesanías en el paso peatonal de la 18 de la querendona y morena. Lo único que Bermúdez pide al gobierno es una oportunidad. “Nosotros llamamos oportunidad a que nos dejen éste espacio para trabajar”, explicó.
El Dane cada tres meses publica los resultados que arroja la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), encuesta que analiza las condiciones de empleo de las personas, quienes responden a preguntas como: en qué trabajan, cuánto ganan, si tienen seguridad social o si buscan empleo. Según las estadísticas del Dane la situación la situación laboral de los colombianos ha mejorado. Cabe anotar que el Dane es una entidad al servicio del estado.
EL ANÁLISIS
“La principal fuente de estadística en el país es el Dane” explicó el analista económico Mario Gaviria. Está claro que las cifras que arroja el Dane no se pueden debatir en tanto no se tenga una encuesta alternativa, por esto la pertinencia de la aclaración de Gaviria. No existe otra entidad con la capacidad de realizar 7 mil encuestas que son aproximadamente las que se realizan de forma aleatoria cada tres meses en el área metropolitana a la cual pertenece Pereira.
Es importante aclarar que los resultados que arroja el Dane no hacen parte de una información amañada, pero sí se debe ser consciente de los resultados que muestran. “Es una información que tiene sus problemas - afirmó Gaviria-. También se debe tener en cuenta que las definiciones que maneja el Dane no son capricho de un gobierno ni de la misma entidad, sino que hacen parte de un estándar internacional que define el empleo, el desempleo y el subempleo”,explicó.
Para tener una mayor precisión en el momento de medir el nivel de subempleo y desempleo se utilizan algunos parámetros, lo primero, se clasifica la población en edad de trabajar (PET) y población que no tiene edad para trabajar (PNET). La PET son aquellas personas mayores de 12 años.
Dentro de la categoría de las personas en edad de trabajar se encuentran las personas económicamente activas (PEA) y las personas económicamente inactivas (PEI), en éstas dos últimas es donde se hace visible las falencias de la GEIH. Es decir, si a la casa de un desempleado llega la encuesta y preguntan si ha tratado de conseguir trabajo y éste sólo repartió hojas de vida la semana antepasada, automáticamente pasa a ser persona económicamente inactiva, queriendo decir que está desempleado pero no le interesa conseguir trabajo, porque para el Dane solo están interesados en emplearse aquellos que repartieron hojas de vida la semana inmediatamente anterior a la encuesta. “Realmente el individuo es un desempleado, pero para las estadísticas está oculto”, añadió Gaviria.
Otro caso en el que son visibles las inexactitudes de la GEIH es cuando la encuesta pregunta si trabajó la semana inmediatamente anterior. Si la persona responde que trabajó al menos una hora y recibió algún pago por ello y además manifiesta su interés por trabajar más horas, automáticamente para las estadísticas del Dane, la persona aparece como empleada en una condición de subempleo, porque trabaja menos de 32 horas a la semana y quiere trabajar más tiempo, “¿es eso estar empleado?, seguramente que no”, reflexionó Gaviria.
Otra condición de subempleo es cuando se trabaja más de 32 horas pero se considera que el ingreso económico es muy bajo o que se está subutilizando la capacidad cognitiva.
Dentro de la PEA se encuentran los empleados y los desempleados. Los empleados se pueden clasificar en plenos y parciales, dentro de los empleados plenos se encuentran todos aquellos que trabajan tiempo completo, es decir, que trabajan más de 32 horas a la semana, y los que trabajan medio tiempo, pero no están interesados en trabajar más horas, por eso pertenecen a la categoría de empleados plenamente.
Dentro de la categoría de parcialmente empleados se encuentran los que trabajan menos de 32 horas y desearían trabajar más y también se hallan los que trabajan más de 32 horas pero no están de acuerdo con el ingreso económico que reciben o desarrollan actividades marginales para su condición física o intelectual.
Pasar a ser una persona empleada parcial después de haber sido empleada plena puede significar mucho desde el punto de vista económico para ese sujeto, pero para las estadísticas no sería traumático, debido a que solo se dejaría de ser empleado pleno para pasar a ser subempleado. Esto es en lo que Mario Gaviria hace énfasis y lo explica poniendo un ejemplo de la vida común: el señor A que ha trabajado tiempo completo por algunos años para la empresa X es despedido y por supuesto ha recibido su liquidación, (en el preciso momento que es desvinculado de la empresa deja de ser un empleado pleno) y con parte de ese dinero contrata dos planes de telefonía celular y comienza a vender minutos, trabajando más horas que en su antiguo empleo pero recibiendo un salario muy inferior (ahora el señor A es un empleado parcial).
En suma, la variable del desempleo nunca aumenta y el empleo que está dividido en pleno y parcial tiende a mantenerse estable, y eso es lo que sucede a menudo en Colombia, ha disminuido el empleo pleno y ha incrementado considerablemente el empleo parcial o subempleo, con lo que se concluye que no ha disminuido el nivel pero si la calidad de empleo, “eso es lo que ocultan las cifras del Dane”, puntualizó Mario Gaviria.
En conclusión, las estadísticas del Dane no son erróneas sino que se deben saber interpretar, conociendo de antemano como funciona éste sistema para poder diferir entre un desempleo o subempleo real y un desempleo o subempleo estadístico.
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